Nuestra madre es la reina de los pies frios y en invierno siempre duerme con calcetines, pero hace unos años una noche se resbaló con los que tenía puestos, se cayó en el baño y se rompió 4 costillas, desde entonces solo usa calcetines que tengan en la suela antideslizantes.
En invierno no es dificil encontrar calcetines así, ya que cada vez hay más en el mercado, pero el problema es que en verano no hay quien aguante unos de lana, así que me puse a investigar por la red y encontré varios modelos de verano con mucho calado para que sean fresquitos.
Encontré un algodón de Katia, en tonos rosas/violetas degradado, que pensé que podía servir, pero no me decidia a comprarlo, porque tenía que solucionar el problema de la suela antideslizante. Segui busccando por los proveedores que uso para las manualidades y, por fin, en Alemania encontré el latex que me iba a resolver el problema.
Tejí los calcetines, me costó dar con la medida, pero al final conseguí que me quedaran del tamaño justo, ni flojos para que no se salgan, ni muy cerrados que no pasan por el talón. De tanto hacer y deshacer el dibujo se me fué en alguna de las vueltas, pero ya los siguientes van a ir de corrido, sin problemas. Pedi el latex en tonos violetas. Me llegó ayer y por la tarde lo puse en la suela de los calcetines.
Los he dejado secar durante 10 horas y hoy ya están listos para que nuestra madre los estrene, así no se levantará descalza en sus paseos nocturnos, cada día duerme menos, y no se caerá, gracias al latex.